El estreno del tercer capítulo de Alien: Earth en Disney+ trajo consigo una revelación que resuelve uno de los misterios más antiguos de la saga: el verdadero papel de los facehuggers en el ciclo de vida del xenomorfo. Desde 1979, los seguidores de la franquicia debatían qué introducían estas criaturas en sus víctimas humanas, pues hasta ahora la respuesta había permanecido en la ambigüedad.
La serie muestra que, en lugar de un mutágeno que transforma al cuerpo en un huésped, los facehuggers implantan directamente una larva con forma de renacuajo. Este organismo se adhiere al tejido blando del huésped, como el pulmón en el caso revelado en pantalla, y se alimenta hasta alcanzar un desarrollo suficiente para convertirse en el temido chestburster. Con esta confirmación, la franquicia zanja un enigma que persistió por más de 40 años.
Un nuevo capítulo en el lore de Alien
La escena de la disección de un facehugger en Alien: Earth no solo dio respuesta a los seguidores veteranos, sino que también aportó nuevo material al extenso universo creado por Ridley Scott y H.R. Giger. Este detalle amplía el ciclo de vida del xenomorfo, una criatura que se ha consolidado como una de las más icónicas del cine de ciencia ficción y terror.
La serie se desarrolla en el año 2120, poco antes de los sucesos de Alien: El Octavo Pasajero. La trama sigue a Wendy, un sintético híbrido con consciencia humana creado por la corporación Prodigy. Tras el accidente de una nave de Weyland-Yutani que transportaba a un xenomorfo, Wendy es enviada en una misión de rescate mientras busca salvar también a su hermano humano. Sin embargo, la tarea se convierte en una lucha contra terrores biológicos que amenazan a la humanidad.
Con este nuevo aporte, Alien: Earth demuestra su compromiso por expandir el lore de la franquicia, equilibrando la nostalgia de los seguidores de la saga con nuevas revelaciones que dan frescura a un universo de pesadilla.