Tras meses de controversias, boicots y un estreno decepcionante en taquilla, Rachel Zegler ha decidido hablar abiertamente sobre el torbellino mediático que acompañó a Blanca Nieves, el remake en acción real dirigido por Marc Webb para Disney. En una entrevista reciente con Glamour, la actriz reconoció que la negatividad en torno a la película fue “más ruidosa” que las muestras de apoyo, pero aseguró sentirse en paz con su trabajo y agradecida por el éxito que el filme ha encontrado en su segunda vida dentro de Disney+.

“Soy un pato. Últimamente me resbala”

Desde antes de su estreno, Blanca Nieves estuvo en el centro de la polémica. El casting diverso de Zegler como la icónica princesa despertó críticas entre sectores conservadores, mientras que la decisión inicial de sustituir a los siete enanos por un grupo de “bandidos políticamente correctos” generó nuevas disputas que obligaron al estudio a realizar costosos reshoots y a reintroducir a los personajes clásicos mediante CGI.

A ello se sumaron las declaraciones políticas de la actriz —críticas hacia Donald Trump y opiniones sobre el conflicto entre Israel y Palestina— que intensificaron los llamados al boicot. El resultado fue un estreno turbulento: la cinta apenas recaudó 206 millones de dólares frente a un presupuesto superior a los 350 millones.

Zegler, sin embargo, eligió afrontar el ruido mediático con calma.

“Sinceramente, soy un pato. Últimamente me resbala. Solo necesitamos normalizar el hecho de que nuestros corazones no tengan límites. Creo que existe la idea de que, como figuras públicas, no podemos tener pensamientos ni sentimientos porque somos como muñecos de papel para la mayoría del público.”

El amor por el trabajo, más allá de la polémica

Lejos de renegar del proyecto, la protagonista de West Side Story subrayó que no se arrepiente de haber participado en Blanca Nieves. Más allá de la reacción del público, aseguró que lo que permanece es el vínculo humano y la experiencia de haber formado parte de una gran producción.

“Mi amor por el trabajo. Soy quien se presentaba y hacía su trabajo todos los días. Nadie podrá quitarme eso. Hice amigos para toda la vida en ese trabajo. Ese tipo de familia no se disipa con el discurso en línea.”

Sus palabras contrastan con los meses de ataques que enfrentó en redes sociales, donde se viralizaron fragmentos fuera de contexto y campañas de desprestigio. Aun así, Zegler afirma que aprendió a relativizar la hostilidad: “La negatividad fue ruidosa, pero no definitiva”, señaló.

El inesperado repunte en Disney+

Pese a su fracaso comercial en cines, Blanca Nieves ha encontrado nueva vida en streaming. Desde su llegada a Disney+, la película alcanzó el primer lugar de reproducciones en la plataforma, superando las expectativas iniciales del estudio.

“Cada experiencia que he tenido hasta ahora ha sido una lección maravillosa. Me encantó trabajar en Blanca Nieves y me encanta esa película. La he visto varias veces y se convirtió en número uno en streaming en Disney+, así que sé que es un éxito. Fue una de esas experiencias donde la negatividad fue más ruidosa que la positividad.”

El repunte digital refuerza la percepción de que la película podría encontrar una segunda oportunidad con el público doméstico, ahora libre del contexto mediático que empañó su estreno.

Rachel Zegler mira hacia adelante

Mientras el debate sobre el impacto real de Blanca Nieves continúa, Zegler ha decidido enfocarse en nuevos proyectos. Actualmente triunfa en el West End de Londres interpretando a Eva Perón en Evita, donde ha recibido elogios por su voz y su presencia escénica.

La actriz, que se convirtió en una de las estrellas jóvenes más prometedoras tras ganar el Globo de Oro por West Side Story, asegura que ha aprendido a equilibrar su vida pública con su vocación artística.

“Detrás de todo el ruido hay trabajo, hay crecimiento y hay amor por lo que hago. Eso es lo que me sigue moviendo.”

Entre críticas, éxitos en streaming y nuevos retos sobre el escenario, Rachel Zegler parece haber encontrado su propio espejo mágico: uno que le recuerda que la belleza —y la fortaleza— también pueden encontrarse en la resiliencia.